Diecisiete jóvenes bandas se enfrentaron al escenario más grande que ha tenido el Rockódromo. Una subida de nivel en sus catorce años, con tres stages simultáneos en el Parque Alejo Barrios de Valparaíso.
A las 14:00H comenzaron a subir las bandas. Acoustic on Fridays y Kawéskar fueron las Primeras. A pesar del poco público que no se atrevió a salir al sol del verano, Andrómeda y sus Astros, grupo oriundo de Iquique, tocaron su rock nortino.
Con un sonido marcado por la percusión y guitarras con un toque funk. Las letras de Andrea, vocalista del grupo, contagian suerte de intuición con el resto de la banda, que llega y conecta con el público.
Luego, en el escenario Andes, Fata Morgana de Concepción. Sin duda es un grupo que llega tanto por la vista como por el sonido. Con una propuesta visual de una época fantástica, estilo western, se mezcla con guitarras progresivas que se suman a bailarinas que juegan junto a la vocalista. En un comienzo suena suave, como una fusión entre rock y pop, pero luego sube de nivel y en ocasiones la voz de Eileen llega a una textura casi gutural. Toda una propuesta.
El proyecto mismo tiene poco más de seis meses, cuentan luego de su presentación. Tocaron por primera vez en la Escuela de Rock, a la cual llegaron por MIC (Músicos Independientes de Concepción). Se le ocurrió la imagen, cada uno con un rol y una historia. La ropa la diseña y confecciona la misma vocalista.
“De verdad estamos muy contentos porque es el primer festival para todos” cuenta Priscila, bajista de Fata Morgana “o sea, tenemos bandas tributos antes, eso ayudó a afiatarnos más pero es el primer gran festival y estamos muy contentos” agregan como grupo, Fata Morgana.
Así mismo las Escuelas del Rock traen hasta Valparaíso a Amarath, desde los Ríos, a Dillo de Brasil, que suena a una pachanga nostálgica, con notas en séptimas pero con unos revés de jazz que puedes escuchar o bailar con el mismo gusto.
Los Gaiteros de San Jacinto desde Colombia, que comparten la música indígena, tambores mestizos que marcan sabor. Simplemente, no puedes dejar de bailar. Lobos marinos, Moral Distraida, Camila Moreno con sus últimos temas y una asombrosa energía sobre el escenario, Godwana y sus clásicos temas coreados por el público y Tumu Tapu desde Rapa Nui.
Estos últimos, isleños, cantan su reagge en diversos idiomas, francés o ingles. Esta vez cantaron en rapa nui y español. “Hay que adaptarse al público” dice Kukin, segunda voz de Tumu Tapu. Llegaron al continente por Beats Fest en Pichilemu, aterrizando en Rockódromo.
“La isla se centra en lo tradicional, en tupuna, que es lo ancestral. Igual mantenemos algo con alguien bailando, pero somos distintos porque allá escuchar esta música no es común”.
Liberando Talento:
Llegadas a las 21:00 H aparecieron varios jóvenes, menores de 18 años, compartiendo su rap y pop. Cuatro grupos bajo el nombre de “Liberando Talento”.
Esta es una rama de las Escuelas de Rock que se acerca a chicos y chicas en situación vulnerable y empatiza desde la música. Así, chicas como Mel Contreras, de 11 años, se suben al escenario con una personalidad abismante, saludando a su “gente querida de Playa Ancha”, cantando sobre lo que es el miedo, tener sueños y no saber si podrán cumplirlos, dando gracias y motivando a más personas a encontrar la música.
“Esta área trabaja, un lado con niños y por otro lado, con niños entre 15 y 24 que están penalizados. Entonces Liberando Talento interviene, creativamente y emocionalmente, no con la intención que sean artistas, sino de descubrir si tiene un talento y si pueden expresarse por medio de esa creatividad musical” comenta el monitor del programa.
Alrededor de 10 mil personas llegaron a la cancha de tierra del parque Alejo Barrio, en Playa Ancha. Cifra similar se espera hoy domingo, último día del encuentro nacional.
Fotografía: María Jose Saéz