Hace algunas semanas, en Inmortal publicamos una entrevista al cantautor nacional Nico Rojo donde nos reveló detalles sobre la identidad de su primer trabajo como solista confesándonos que se trataba de un disco donde «hacía referencia a las movilizaciones, a la resistencia y a la movilidad permanente del pueblo americano». Si escuchamos las temáticas en las letras de esas canciones nos pueden hacer perfecto sentido sus palabras, pero la verdad es que nos estaría faltando un factor importante para completar la visión general que nos entrega su música: ese factor es la fuerza.
Sala Master fue el lugar escogido por Nico Rojo para presentar en sociedad «Movimiento Americano«, un disco que por estos días le significó una mayor visibilidad y atención en medios especializados. El lanzamiento se llevó a cabo el viernes 6 de julio y tuvo varios hitos que celebrar, entre ellos, el lanzamiento del track ‘Osadía’ en plataformas digitales y el estreno del actual formato de su banda en vivo, con Camilo Díaz en bajo y coros, y Ricardo Alarcón debutando en batería.
Pero este show de lanzamiento vendría antecedido por un nombre reconocido en la escena musical chilena y continental. Nos referimos a Andrés Landon, quien el 2012 se adjudicó el Grammy Latino por su trabajo de producción para el disco más célebre de la mejicana Carla Morrison. Landon se tomó el escenario de la Sala Master acompañado por su característica guitarra Airline, más una camada de canciones de su disco ‘Indias’ y algunos adelantos de su próxima placa, cautivando al público con su notorio virtuosismo y gusto por la canción pop.
Tras una apertura impecable, saltó a escena el power trío con que Nico Rojo presentó «Movimiento Americano» en su estado más salvaje. Desde el primer rasgueo el disco tomó otra personalidad, alejándose del synthpop plasmado en su versión de estudio y acercándose más a la fuerza de un concierto de rock. ‘Movimiento universal’ y ‘El precio del amor’ fueron las primeras en sonar, seguidas por una atrevida versión para el clásico de Fiskales Ad Hok, ‘No estar aquí’.
A pesar de estar tocando juntos por primera vez, Nico Rojo y su banda se mostraron impecables en ejecución y afiatados a lo largo de todo el espectáculo. ‘Osadía’ y ‘Antares de la luz’ sonaron con actitud enérgica, al igual que la inédita ‘Galáctica’, para luego matizar con ‘Misión uno porciento’, ‘Nuevos sabores’ y ‘Las preguntas’.
Ya para finalizar el show, el cantautor y sus compañeros dieron el golpe de gracia con la interpretación de ‘Huyendo de la religión’, despidiendo así una noche donde el pop bailable con mensaje consciente fue el protagonista absoluto. Buen primer paso para el debut de Nico Rojo, que abandonó el escenario bajo los vítores de un público que aplaudió con la fuerza del Movimiento Americano.
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