Living Colour dio una clase magistral de rock en el Teatro La Cúpula el pasado 15 de mayo. El recinto de Parque O’Higgins recibió la cuarta visita de los neoyorquinos a Chile, que llegaron con su nueva producción bajo el brazo, Shade, además de una batería de éxitos calados con un profundo y reflexivo mensaje, como ha sido la tónica a lo largo de su carrera.
Lamentablemente, a diferencia de visitas anteriores, no hubo teloneros nacionales. Se extrañó la presencia de alguna banda como El Cruce, Keko Yoma o Sinergia, por mencionar algunos que están pasando por muy buen momento. O tal vez, en una jugada más audaz, apostar por más jóvenes como los Ronco o Mangoré, quienes habrían conjugado muy bien con el estilo funk-hard-rock del cuarteto norteamericano.
El concierto tuvo todo lo que uno espera de Living Colour. Entrar a detallar el virtuoso talento del cuarteto parece innecesario. Se saben el libreto de memoria y en cada visita su show suena más potente, afiatado y maduro, esta vez con algunos con toques precisos de innovación sonora que evidencia búsquedas personales, pero que no inciden en el fiel estilo rockero-noventero que tan bien ejecutan.

Pero hay algo más que rescatar de cada concierto de Living Colour, que tiene que ver con la vigencia de letras que bordean los 30 años de existencia y siguen calando hondo en quienes buscamos reflexionar a partir de las canciones. De hecho, los momentos más altos del concierto coinciden con aquellas que entregan ese mensaje que trasciende lo musical y dota de significado a la obra artística.
Así, durante sus dos horas de concierto nos invitaron a romper estereotipos (Type), a acabar con los prejuicios (Funny Vibe), a dejar de vivir de las apariencias (Glamour Boys), a luchar por defender aquello que nos pertenece (Open Letter (to a landlord)) y a derribar ideologías que dividen (Wall). Este fue uno de los momentos épicos del show, en que la banda repitió hasta el cansancio “the walls between us all must fall”, casi como en una prédica religiosa.

Cult Of Personality es otro hit cuyo mensaje sigue vigente, si hacemos el ejercicio de cambiar a Mussolini, Stalin y Kennedy por personajes como Nicolás Maduro, Kim Jong Un o Donald Trump, que irónicamente, está siendo nominado al Premio Nobel de la Paz. Sin ir más lejos, en Chile se le celebran hasta los peos en Twitter al empresario Andrónico Luksic, por “simpático” y ahí me resuena la frase,
You gave me fortune
You gave me fame
You gave me power in your own god’s name
I’m every person you need to be
Oh, I’m the cult of personality

Un concierto de Living Colour no sólo debe comentarse desde la perspectiva musical, donde el debate siempre estará abierto, sino que es importante detenerse en el mensaje detrás de las canciones, que hoy es transversal al mundo, porque se reconocen como problemáticas actuales de la sociedad moderna y Chile no está ajeno a ello.
En este año, donde se están evidenciando cada vez más problemáticas fundamentales de nuestra formación como seres humanos a través del racismo, el machismo, el pinochetismo, la indiferencia y el individualismo, es necesario detenerse a reflexionar en torno a lo que Living Colour canta y qué podemos aprender de ellos.
Si quieres ver todas las fotos que Jorge López de @fotoenvivoscl hizo del show, puedes revisar la galería completa en el Facebook de Inmortal.
https://www.facebook.com/media/set/?set=a.586797781720226.1073741849.100226073710735&type=1&l=483af75c61
Revive el set list de Living Colour en Chile Teatro La Cúpula 2018 en esta playlist que hicimos en Spotify para ustedes: