Una Mujer Fantástica y la normalización de la transexualidad

Una mujer fantástica se abrió camino internacional hasta consolidarse con el premio más importante de la industria. Se trata del primer largometraje nacional en recibir una conmemoración de esta categoría y de la tercera nominación chilena a los premios de la academia. El premio impactó incluso al piñerismo, quienes ya hablan de ceder frente al debate por la ley de identidad de género.

Pero una vez en el escenario, Sebastián Lelio en vez de alzar el puño por la causa detrás del filme, decidió agradecer a la compañía Sony Classics por la producción de la cinta. Es que es una de las contadas ocasiones en que un largometraje chileno obtiene una inversión de esta envergadura, y probablemente, uno de los primeros en desmarcarse del tema principal de la dictadura e igualmente abrirse paso en el escenario foráneo. Una Mujer Fantástica habla por si sola. 

Después de NO e Historia de un Oso, Una Mujer Fantástica es la demostración del buen ojo de un cineasta chileno. De alguna manera, el gran acierto social de Una mujer fantástica tiene que ver con la visibilidad de un problema que hasta cierto tiempo atrás se aglutinaba en el marco de lo marginal, salvo para algunos referentes del tema, la preocupación por las mujeres y los hombres transgénero no representaba una necesidad social de urgencia.

La película vino a recordar la relevancia de legislar sobre los cambios culturales más recientes de la sociedad chilena, mediante la normalización de la transexualidad, pues ya no es una caricatura relegada a las plumas, el brillo y el maquillaje, sino el relato más humano de una mujer trans enamorada y son los relatos humanos los que se masifican e impactan.

Lelio agradeció a Sony Classics por creer, primero que todo, en una historia humana, que supo usar el lenguaje del cine internacional para mostrar una realidad de forma cruda y  emotiva, y porque es la forma de continuar abriéndose camino internacional.

Con agradecimientos sobre el escenario y el debate en la opinión pública, Una Mujer Fantástica la recordaremos como una película que significó un avance importante para el crecimiento de nuestra industria cultural y, por consecuencia, para nuestro desarrollo como sociedad.

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